Aclaraciones:
Es un fanfic que va salteando de tiempos.
La letra negra interpreta los pensamientos
del historiador, el pasado, hace 15 años para ser mas exacto.
La letra verde, interpreta el presente,
donde vive el historiador y se encarga de divulgar la historia.
En cuanto a los personajes.
Yunho (el Conde) , Jaejoong (el
Sirviente), Typhoon (que a veces será llamado Typhoong o general), Changmin (el
primo del Conde), son mayores que Yoochun, Junsu y Han Ji Min.
Sobre nacionalidades:
Jaejoong es coreano, y permaneció viviendo
allí.
Yunho lo es, pero su familia perteneció a
la realeza Japonesa y continúo viviendo en Japón para luego formar parte del
ejército de ese país.
La historia comienza en un burdel Coreano,
luego sigue en uno de la isla nipona y finaliza nuevamente en el primero.
Estado: Terminado.
Capítulos: Prólogo + 26 capítulos +
Epílogo
Povs: Variado (3ra persona, Yunho,
Jaejoong, Han Ji Min)
Género: Lemon. Angst
Advertencia: Cambio de edades, aparición
de personajes no pertenecientes a la banda, violencia)
Prólogo.
Él se
miraba al espejo todos los días, y pensaba para sí mismo:
“Ni
siquiera toda el agua del mundo va a limpiarme… estoy sucio”.
Se pasaba
segundos eternos apreciando sus facciones… se veía hermoso, se creía especial… sabía
que lo era.
La bata
larga y blanca, completamente pesada, llevaba y ocultaba cada uno de los
secretos que su cuerpo cargaba. Golpes, rasguños, heridas, errores… todo bajo
esa capa de tela. Tela, que era reemplazada por maquillaje en el rostro, el rouge
corrido, una sonrisa hipócrita que surgía cada vez que se abría la puerta y
hombres… hombres que entraban y salían pero sin saber su nombre, ni su edad, ni
cual es su color de pelo natural, su bebida favorita, como le gusta ser tratado
o el motivo de porqué está encerrado ahí dentro.
Todo el oro
del mundo, su habitación estaba llena de preciosas joyas que le dejaban sus
amantes, que querían convencerlo de tener una vida juntos y se cansaban de
halagar su precioso cuerpo, sus perfectas costumbres, su increíble capacidad
para hacerlos creer que sabía amar.
El no
amaba, y no podía ser amado. Él solo podía ser poseído… una y otra vez, y ni
lágrimas tenía derecho a derramar.
Ya no lo
hacía, porque ya había olvidado lo que era llorar… ahora solo conocía el poder
de la drogas, la mentira del maquillaje, la suciedad del agua y el asco
mezclado con odio, que hacía que su mirada se volviese mas fría y brillosa,
causando más atracción y deseo en quienes tenían la oportunidad de cruzárselo...
él ya no tenía nada por lo cual levantarse, excepto la sensación de saber que
su familia aún se encontraba esperándolo y que el último deseo de su madre era que él se
quitase la vida, para así ir al cielo junto a ella.
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