~ Una extraña historia de amor…
Aquella
mañana nuevamente tenía que taparse los odios y agachar la cabeza. Es que no podía
hacer nada al respecto. Su padre y su novia peleaban como si fueran niños,
desde hace ya un par de semanas… y él, se sentía culpable… muy culpable… ya que
supo, durante casi dos meses, que aquella mujer que se hacia llamar “su
madrastra” aún siendo casi de su misma edad, estaba engañando a su progenitor.
Su padre
era un hombre mayor, de unos 50 años, un adicto a la política. Este año
comenzaba su primera participación en el gobierno. Necesitaba tener la imagen
limpia y brindarle seguridad a la gente, y sin duda, un escándalo tan
bochornoso como lo es la infidelidad, iba a manchar su campaña.
Esto era
diario desde hace ya 4 semanas, cuando el Señor Kim descubrió al amante de Yoe
Hee con ella, en su propia habitación. Era su actual novia de solo 26 años, bella, casi perfecta
mujer… que rara vez ha sido vista con una pareja que no tenga gran influencia económica.
Era una de esas mujerzuelas, pero con clase… o así era llamada por la gente.
Era una
profesional en quitarles dinero a las personas, y Junsu lo sabía más que nadie.
Su padre, como un típico hombre, había caído es sus redes de seducción y accedió
a presentarla como su pareja oficial, ignorando que él le había advertido que
ella era una mala persona y que apenas tenia 5 años mas que él. Podría ser
tranquilamente su hija!. Pero como se dijo anteriormente, solo lo ignoraron.
Ella seguía manejando a la gente, manejando a su padre, manejando su vida y su
cuenta bancaria también.
Un nuevo día
para él. Otro más. Bajó las escaleras y ni siquiera miro a la pareja, tratando
de concentrarse en sus responsabilidades y sacarse todos los problemas de la
mente, que por cierto, no eran solamente los de su padre. Una simple mirada de
odio fue la que expreso para ambos, y cruzo rápidamente el comedor hacia la
entrada.
Al igual
que Jaejoong y Changmin, sus dos compañeros universitarios, Junsu buscaba
“algo”…
Algo que lo
haga feliz… o le diera emoción a su vida…
Sin duda
ingresar a la universidad, luego de los 2 años sabáticos que se había tomado,
dedicando su tiempo en ayudar a los negocios familiares, iba a ayudarle a
cambiar.
Comenzaron
ese día con sus estudios, los tres escogieron las mismas clases… ellos eran su máximo
apoyo, luego de que su padre se olvidó de su existencia y su hermano optara por
abandonar el país y hasta llevarse a su mas preciada mascota Tiger, su gato de
5 años. Probablemente lo hizo porque no iba a aceptar a Yoe Hee como madrastra,
pero Junsu no estaba dispuesto a seguir el camino de Zuno… aunque tuviera que ver la cara de esa mujer
todos los días.
Era normal que
algunos de los jóvenes adentro de esa sala, se encontraran tensos y nerviosos.
Era su presentación en el instituto y de alguna manera, el hecho de que hubiera
estudiantes de cursos mas elevados, los ponía peor.
Era el caso
de Junsu y Changmin. ¿Y Jaejoong? Con su Narcisa personalidad sin dudas podía
evitar esas molestias.
Miraban a
cada uno de sus compañeros nuevos como si se trataran de juguetes y les llamaba
la atención que la mayoría eran hombres y parecían tener sus propios grupos. El
mito “en la universidad no vas a hacer amigos” era sumamente erróneo en su caso.
-
Junsu,
Changmin… creo que lo mejor va a ser que me siente solo esta vez… tienen caras
deplorables enserio… los chicos no van a morderlos…
-
Oh
jaejoong… que te hace pensar eso? – le respondía Changmin, el morocho de
considerable estatura, que amaba hacer enojar al rubio bastante agrandado.
-
Quieres
que te preste un espejo? O mejor… míralo a Junsu, esta igual que tú.
-
Perdóname,
pero no estoy comportándome igual que él… - sujeto la corbata de su
contrincante y la tironeo dos veces, empezando una posible pelea.
-
No
me toques… lave la camisa y la corbata esta mañana idiota! Juega con la ropa de
él!
-
No
se metan conmigo… yo no estoy asustado…y ahora por comportarse como hermanitos
van a sentarse juntos… - respondió el pelicastaño, tratando de ponerle un punto
final a la conversación.
-
Da
igual.
-
Claro
changmin, da igual….
-
Aishhh…
- resoplo enojado Junsu, eran suficientes las peleas que tenia en mente, como
para tener que soportar un berrinche de sus amigos.
Comenzó la clase; a penas podía ver la pantalla
donde se presentaban los proyectos, debido a que su ubicación no era la más
favorable. Trataba de responder las preguntas que hacían sus profesores, pero
los alumnos mas experimentados le quitaban el lugar, en especial uno. Un joven
no mucho mas alto que él, de cabellos oscuros y con mucha elegancia. Comenzó a
sentirle un poco de odio por robarle espacio, pero a la vez un poco de
admiración, ya que realmente parecía ser aplicado.
Pero su opinión iba a cambiar ampliamente al
finalizar la clase, tuvo curiosidad, quería verlo, aun no entiende porque. Corrió
hacia la entrada, donde el estaba despidiéndose de algunos de sus amigos. No
logro alcanzarlo, pero no se dio por vencido y salio junto a él de la sala, interponiéndose
en su camino, para al fin poderlo verlo…
Y ahora comenzaba a entender porque le resultaba
familiar algo en la distancia…
Tal vez era el amante de su madrastra.
Ambos se miraron sorprendidos. Junsu apenas
pudo apretar los puños ante la sonrisa repentina de aquel muchacho.
-
Cuando
el profesor dijo tu nombre, realmente quise salir corriendo de la clase… trate
de esquivarte pero tu… - largo de un sopló el mas alto.
-
Yo…
no puedo creerlo… - decía Junsu algo confundido, después de todo, realmente había
que tener mala suerte para terminar en la misma universidad que el amante de tu
madrastra.
-
Menudo
problema el tenerte aquí…
-
De
todas las universidades que hay en Seúl, ¿yo tuve que elegir esta?
-
Realmente
la suerte no te acompaña. – respondió el pelinegro irónicamente.
-
Sabes
que… siempre quise decirte algo desde aquel día, en el que te encontré en mi
casa…
-
Pues…
habla…
-
Siempre
quise decirte que eres un idiota.
Aquella
conversación llamaba bastante la atención de los otros estudiantes, y no fue la
excepción de Changmin y Jaejoong que se encontraban observando todo desde la
puerta y decidieron unirse, pero de pura curiosidad.
Los amigos
del “agredido”, de nombre Park Yoochun, también lo hicieron. Era el primer día
de clases y los 3 alumnos nuevos ya estaban causando problemas.
-
Como
te atreviste a llamarlo? – se metió uno de los muchachos que estaba junto a él.
-
Tranquilo
Yunho, puedo defenderme solo… - respondió aquel Yoochun, un poco incomodo
-
Este
niño llega al colegio por arte de magia y cree que puede insultarte? – dio un
paso al frente y empujo a Junsu, haciéndolo retroceder. Eso sin dudas, hizo que
la “charla” se volviera un poco agresiva.
-
¿Qué
demonios te pasa? Si vas a empujar a alguien, mejor que sea una persona que
sepas que podrá responderte! – se metía el rubio, defendiendo al pelicastaño,
ante la gran sorpresa del moreno que simplemente se quedo sin habla cuando el
chico nuevo se acerco peligrosamente a su rostro, dispuesto a pelear.
-
Suficiente,
vámonos Jaejoong…
Changmin sostuvo
a un Jaejoong furioso e indignado por el brazo, haciéndole girar y comenzar a
caminar hacia la salida de la universidad. O mejor dicho, hacia la salida de
los pleitos. Junsu le dedico una ultima furtiva mirada a Yoochun, la bronca lo
estaba cegando, por lo tanto no era buena idea permanecer ahí. Se dio media
vuelta, dispuesto a terminar con la pelea, cuando oyó la voz del pelinegro…
otra vez… y no pudo evitar sentir “algo” frente a ello.
-
La
gente siempre comete el mismo error que tú. – Junsu lo ignoro completamente,
por lo que decidió continuar hablando. – Se enojan con las personas
equivocadas… porque no le preguntas a tu madrastra como son las cosas… - el
pelicastaño se detuvo sorprendido, no esperaba que Yoochun hablara de ese tema
tan fácilmente, y menos enfrente suyo.
-
Piensas
que no estoy enojado con ella?
-
No
lo se, pero yo no tengo compromisos, en cambio ella si los tiene. Yo no tengo
pareja… - respondió, mientras se acercaba lentamente a él.
-
Lo
que dices es absurdo…
-
Escúchame…
- acerco descuidadamente su boca al oído del menor, que simplemente no pudo
moverse – Yo no tengo compromisos…. Y… tú tampoco… tal vez… podríamos….
-
Idiota,
no juegues conmigo! – respondió con la voz quebrada Junsu, empujando a Yoochun
hacia un lado, viendo como todos los estudiantes se reían y creían que estaban
en el medio de una función de teatro, viendo a los actores llevar a cabo una
obra. Eso lo hizo sentir sumamente humillado, enojado, tubo que continuar
caminando sin decir nada.
Se retiro rápidamente,
ignorando cada uno de los comentarios y gritos que se iniciaron en el lugar.
Changmin y Jaejoong lo esperaban pasos mas adelante, conteniendo a penas la
risa, ya que esa escena enserio había sido, muy extraña. – son todos unos
idiotas, y Yoochun es el peor de los idiotas, no puede pasarme esto a mí –
murmuraba por lo bajo, deseando solo, poder ir a tomar unos tragos, ya que su
casa era aun peor.
A lo lejos,
Yoochun, Yunho y algunos otros estudiantes se quedaron viendo a los 3
muchachos. El tumulto de personas empezó a desaparecer, pero ambos se quedaron
en la mitad del pasillo… tratando de entender ¿Cómo es que el destino hace estas
cosas?
-
Que
suerte la mía, ¿No? Ahora que voy a hacer Yunho…
-
No
tienes que hacer nada… - respondió perdido el moreno. Probablemente, que aquel
chico se hubiese atrevido a enfrentarlo, lo había hecho quedar, por primera
vez, sin palabras.
-
Creí
que ibas a iniciar una pelea Jung…
-
No,
no iba a hacer nada…
-
Eu
Yunho, que te pasa?
-
Nada,
nada Yoochun…
-
Escucha,
le diré a Yoe Hee que esto se termino.
-
Estas
loco? No era que estabas enamorado… y que ibas a esperarla? Que era la mujer de
tus sueños… y te daba dinero y bla bla bla
-
Shhhh…
No creo que valga la pena… creo que hay otras cosas que lo valen mas…
-
Puf…
pues, intenta hacerte amigo de su hijastro, aunque sea agresivo JA!
-
Yo
hubiese reaccionado peor…
-
En
fin, si logras hablar con él, consigue el teléfono del rubio. – soltó el
moreno, fingiendo desinterés, pero sin dudas aquel muchacho le había llamado
mas que la atención.
-
Eh?
Te gusta el rubio? Jaa…, ese si que es medio agresivo… yo diría histérico…
-
Tu
solo consigue el teléfono, si?
…………………………………………………………………………………………
Ya 1 semana
había pasado desde la pelea, pero nadie en aquel lugar la olvidaba…
Parecía que
sus compañeros amaban crear discusiones, ya que convencían a sus instructores
de que escogieran a Yoochun y a Junsu para trabajar juntos en algunos proyectos
extras. Junsu se negaba rotundamente y a Yoochun simplemente le daba risa. No
solo eso le causaba gracia…. El nuevo enamoramiento repentino de Yunho por
aquel chico llamado Jaejoong era aun más divertido para él, que ver el enojo de
su compañero. Podía sentir como el moreno se moría de odio porque jamás
quedaban juntos en las lecciones y encima él se encontraba muy feliz con su
otro amigo, Changmin.
Así es, se habían
ocupado de aprender los nombres de los estudiantes nuevos, todo por una simple
ocurrencia de Yunho.
Esa tarde
Junsu había optado por salir a beber unos tragos con sus amigos, estaba muy
cansado, pero no de la universidad, si no de su “familia”. Su padre había
viajado al exterior y Yoe Hee estaba sola en su casa. Era le mejor oportunidad
que ella tenia para encontrarse con su amante, por ende, encontrarse con
Yoochun. Ella solía discutir con él y lo mantenía amenazado. Fácilmente podría
inventar cosas que perjudicaran al menor… y su padre, simplemente iba a
creerlas.
Tanto
Changmin como Jaejoong estaban mas que retrasados, y él se encontraba solo esperándolos.
Jamás digas
“esto no puede ser peor”. Siempre, puede haber algo peor.
Ingresaron
por la puerta unos 10 chicos… todos bien vestidos y bastantes presumidos. No
olvidar también que eran bastante ruidosos.
Nunca te
opongas a este refrán: “la curiosidad mató al gato”.
Junsu quiso
ver quienes eran esos chicos y se encontró de pronto con la intimadamente
mirada de Yoochun, que se sentó junto al grupo y de vez en cuando se dedicaba a
seguirlo. Estaba Yunho, el idiota al cual Jaejoong no podía ni ver, con quien
casi cruzan golpes hace una semana.
El
pelinegro se levanto de repente de la mesa, y Junsu no dudo en seguirlo con la
mirada ni un momento, aunque cuando entro al baño lo perdió de vista.
Ignóralo,
ignóralo, ignóralo… se repetía una y otra vez, pero era imposible, ya que el
ocupaba mucho lugar en su cabeza y eso ya lo estaba asustando.
Sujeto su
celular intentado ganarle a su mente, leyó un mensaje de Jaejoong: “lo siento Su,
llegare 15 minutos mas tarde, Changmin aun estaba en piyamas cuando pase a
buscarlo”. – Ashhhh... plantado como un idiota… - susurro por lo bajo, perdido
en sus pensamientos, cuando sintió a alguien sentarse frente a él, sobre su
misma mesa.
-
Me
buscabas? – dijo con tono irónico Yoochun, comenzando una pelea futura con el
menor.
-
¿Qué
haces aquí?
-
Vine
a tomar unos tragos, tu?
-
Que
te importa… vete de aquí!
-
Eres
el dueño del lugar?
-
No,
pero tú tampoco lo eres, por lo menos vete de mi mesa!
-
A
dios, eres histérico….
-
His…te...rico?
– Junsu a penas podía modular, no podía creer que tan desubicada y altanera podía
llegar a ser una persona.
-
Si
histérico Kim Junsu…- un silencio de unos 10 segundos hizo descolorar a ambos,
pero fue el mayor el que continuo con la charla - mmm, iré directo al grano… mi
amigo, quiere el celular de tu amigo…
-
Que?
-
Lo
que oíste…
-
Ja,
pues dile que ni lo sueñe, ya que Jaejoong lo odia…
-
Ingenuo…
todos dicen odiar a Yunho al principio…
-
De
acuerdo, me da igual… anota de inmediato y luego vete…
-
Okey
Junsu…
-
Limítate
a llamarme por mi nombre, tú y yo no somos amigos…
-
Hasta
lo mas grandes enemigos se llaman por sus nombres…
Junsu le
dio el número de Jae a Yoochun, sabia que Yunho seria fuertemente rechazado por
el rubio… aunque ahora que lo pensaba… eso capaz no era del todo seguro.
Jaejoong
era un chico raro y a veces se comportaba tan histéricamente como una chica, así
que Yunho, podía tener alguna oportunidad si pensaba 2 veces antes de hablar.
-
Escúchame
Yoochun…
-
Si?
-
Por
favor… necesito algo…
-
Me
tratas mal y luego quieres pedirme cosas?
-
Esto…
esto no se trata de cómo te trate o de cómo me caigas… esto es algo mas serio…
-
De
acuerdo habla….
-
Yoe
Hee esta sola y es obvio que va a llamarte… de hecho cada vez que te vi por mi
casa o ella salía a verte era cuando mi padre estaba de viaje…
-
Si
es para decirme que no la vea mas, quiero que sepas que ya eh tomado una
decisión al respecto.
-
En
serio? – pregunto el pelicastaño sorprendido, ya que lo que menos se esperaba
era una respuesta pasiva por parte del mayor.
-
Así
es… pero no voy a decírtela…
-
Vamos
dímela, para que estamos hablando entonces!
-
No,
ya es suficiente, es un problema entre Yoe Hee y yo…
-
Te
aviso que la familia en crisis es la mía, y no la tuya y la de ella.
-
No
tengo nada que decirte…
-
Eres
un idiota!
-
Por
que siempre así!? Porque siempre actúas de esta forma?
-
Es
una broma cierto? Te acuestas con mi madrastra, destruyes mi familia, te burlas
de mi padre, me haces sentir incomodo cada día en la universidad… quisiera
saber… ¿Cuál es el motivo para no tratarte así?
-
Junsu…
no creo que enserio pueda tener la culpa de todas las cosas que tu dices…
-
Me
odias verdad?
-
No
te odio…
-
Solo
estas aburrido…
-
No
es eso tampoco! Yo realmente la quiero…
-
Oh
por dios… ¿la quieres? – alzo la voz sin darse cuenta, y ante el silencio del
mayor, simplemente decidió irse - Adiós…
-
Espera
un momento!
Junsu se
levanto y se fue caminando hacia la salida, Yoochun lo siguió, ya que enserio
tenia intensiones de hablar con él. Cuando paso por al lado de la mesa de sus compañeros,
le tiro el papel con el numero de telefono de Jaejoong a Yunho, casi victorioso
por haberlo conseguido… pero continuo su camino ya que no quería quedarse con
la palabra en la boca.
El
pelicastaño estaba a punto de tomarse un taxi, cuando el mayor lo detuvo tomándole
un brazo, obligándole a girar.
No lo pensó
dos veces, ni mucho menos porque reaccionaba así, ya que no era su especialidad
ir corriendo personas, reclamando que le den atención.
Pero junsu
era diferente. Diferente por un motivo que él aun no lograba encontrar.
-
Lo
que voy a hacer, lo voy a hacer por ti Kim Junsu.
-
No
hagas nada por mí. No finjas que te importo, luego de haber hecho todo lo que
hiciste!
-
Necesito
hacerlo…
-
Ya
no hables mas… - suspiro intentando conservar la calma, estaba tan nervioso que
ignoro el hecho de que el pelinegro lo estuviera sosteniendo desde hace unos
instantes. Él tenia algunas cosas guardadas que debía callar, pero desde que se
encontraba inquieto por la presencia del mayor, todo le costaba el doble – lo supe
desde el principio Yoochun…te veía rondar por mi casa en muchas ocasiones…
incluso a veces hasta solías entrar a saludar a mi hermano… nunca me atreví a pensar
nada de ti… pero cuando Zuno se fue, supe que algo no andaba bien… y tú, seguías
visitando a Yoe Hee aunque no había motivo para que vinieras… realmente me
dedique a observarte durante mucho tiempo… y cuando los encontré… sinceramente
no me sorprendí, ya que era obvio que tu y ella no tenían una relación normal…
-
Junsu…
yo… - quiso interrumpir Yoochun, aunque a penas podía hablar debido a las
sinceras palabras del menor, que sabia, en cualquier momento, podía comenzar a
llorar.
-
Déjame
terminar… - miro hacia un costado, tratando de encontrar valor para continuar
con algunas palabras que demostraban lo que el sentía – jamás le dije nada a mi
padre, pero él, ya lo sabia… así las peleas se hicieron rutina, deje de
importarles, Zuno jamás venia a casa y Yoe Hee seguía jugando conmigo mientras
tu entrabas y salías de su cuarto….
-
Lo…
lo siento tanto… - respondió a voz baja el mayor, por primera vez durante mucho
tiempo, necesitaba encontrar un modo de arreglar alguno de sus errores.
-
De
acuerdo… de todos modos, no necesito que te disculpes, solo que entiendas
porque te quiero lejos mió.
-
Enserio
hago todo esto por ti…, aunque se que lo consideras innecesario… yo realmente
cargo con una enorme culpa…
-
Haz
lo que quieras… - para ese entonces el tono de la voz de Junsu había descendido
considerablemente, a tal punto, que el nudo que llevaba en la garganta a penas lo
dejaba hablar – déjame solo por favor…. – y no pudo evitar derramar una lagrima
al dejar salir esas palabras.
Es que todo
le dolía, tanto, que estaba dispuesto a llorar, incluso frente a la persona que
llevaba la máxima responsabilidad en la historia.
Y es que
desde el primer día en que lo vio llegar a su casa, junto a Zuno, su hermano,
el no había podido despegarse el rostro de Yoochun de la mente. Cual era su
objetivo con él? Realmente no lo sabía, pero enterarse de que era el amante de
su madrastra, a la cual tanto odiaba, y por su culpa comenzar a ver como su
familia se desintegraba, sin dudas lo iba desarmando de a poco.
Simplemente
esquivaba la mirada del pelioscuro con mucha vergüenza. Fue el mismo Yoochun el
que le sostuvo el rostro y al notar sus gruesas lagrimas resbalar por su
mejilla no pudo evitar sentirse la peor mierda del planeta.
Es que él,
lo consideraba a Junsu un buen chico, un buen amigo, el cual desearía tener, y también
muy ingenuo, por lo que verle llorar por su culpa lo hacia sentir terrible.
Como fue
que actuaron, haciendo que sus rostros y cuerpos se acerquen, ninguno lo sabe.
Y fue Yoochun quien quería ahora darle fin a aquellas lagrimas y tenia la
necesidad de sentir que le daba apoyo a Junsu. Compañía tal vez… o capaz hasta…
¿amor? Ya que el era la primera persona, por la cual decidía tomar una decisión
en la cual él mismo no iba a salir favorecido.
Y solo
paso, sus bocas se encontraron casi por casualidad… cerraron los ojos, pero no
con intención de perderse en aquel beso, si no, tratando de entender que
demonios estaba sucediendo. Y ninguno decidió alejar al otro, ya que sus labios
no se lo pedían… la reacción era totalmente opuesta… ya que… por primera vez,
ambos podían sentirse en paz y sin ninguna carga encima, ya que eran sinceros
hasta con ellos mismos.
Yoochun llevo
la mano que no sujetaba el brazo de Junsu a su rostro, donde pudo secar
aquellas lágrimas que no quería volver a ver… y mucho menos por su culpa.
Quería
quedarse así un rato mas… y si era posible tener mas de aquel muchacho al cual
por algún momento estaba deseoso de continuar besando. Casi instintivamente
tomo su mentón, lo apretó a penas, como pidiéndole que abriera la boca para
poder conocerla.
Y el menor
no pudo hacer nada al respecto más que dejarse llevar. Sabía que lo odiaba, que
esto no estaba bien, que era una locura, que era el amante de su madrastra…
pero sin embargo la atracción existía y por ahora llevaba un punto sobre la
cordura.
Y el beso
se volvió mas intenso, más apasionado, donde sus lenguas pudieron conocerse,
pudieron probrarse y así volverse adictos a ese “algo” que tenían, que el otro
necesitaba.
Porque uno
necesitaba tocar al otro con la suavidad y ternura con la que jamás había
tocado a nadie.
Y el otro
necesitaba que lo quieran y lo hagan sentir valioso como nunca lo había hecho
nadie.
Y
separarse, fue algo que no fue elegido por ellos… pero ya era suficiente. Las
mejillas rojas de Junsu, a punto de estallar, hicieron que Yoochun sonría. No había
sido abofeteado como lo suponía en el momento que tomo la decisión de besarlo.
Sus
corazones latieron a mil, cuando vieron a Changmin y Jaejoong mirándolos a unos
10 metros ,
con los rostros sorprendidos.
El
pelinegro soltó a Junsu y le dedico una mirada… una mirada que significaba compromiso,
compromiso de que haría algo para arreglar todo lo que había sido destruido. El
pelicastaño solo comenzó a pensar en: ¿Cómo iba a poder explicar esto? Mientras
vio como el mayor se retiraba sin decir ni una sola palabra.
-
Puedo
explicarlo…
-
Te
escucho… – dijo divertido Changmin, mientras que notaba como el color de las
mejillas de Junsu seguía empeorando, si eso era físicamente posible.
-
Lo
sigo odiando….
-
Se
nota… - respondió picaramente Jaejoong que no pudo evitar reírse por lo bajo.
-
Vamos
a entrar? – pregunto el morocho, un poco ansioso ya que su estomago reclamaba
comida y eso era mucho mas importante que la escena que habían visto.
-
De
acuerdo… ah, Jaejoong…
-
Si?
-
Me
pidieron tu teléfono… así que mejor… tápate antes de entrar y no te comportes tan
coqueto como siempre.
-
¿Qué?
Acaso… ¿me andas regalando por ahí?
-
No
te regalo, te presto... creo… creo que al moreno…
-
¿Qué?
– fue la respuesta inmediata del morocho, que pensaba que entre esos dos no había
mas que odio luego del pequeño cruce de palabras de aquella vez. El rubio no
agrego nada al respecto, solo se dirigió al bar.
…………………………………………………………………………………………….
Los días seguían
pasando. Cada uno de ellos se iba involucrando mas a la universidad y, sin
darse cuenta, también a las personas que asistían con ellos. Con los nuevos
grupos de amigos, nacieron así las nuevas salidas, en especial las nocturnas.
Changmin había logrado hacer amistades, pero la mayoría menores que él y en
cuanto a Jaejoong, se la pasaba rodeado de mujeres… lo que hacia hervir a los
otros hombres, que lejos estaban de saber que a él no le importaba nada de eso.
¿Y que se podía decir de Junsu? Aunque compartía amistades con ambos, solía
sentirse desubicado… y más cuando aparecía Yoochun frente a él. Jaejoong y
Yunho comenzaron a hablar, o a tratar de hacerlo, ya que ambos sabían que al
sentir una atracción por el otro, las cosas no iban a ser fáciles a la hora de
iniciar una amistad. A veces Yunho venia a buscarlo, o preguntaba por él, lo
que daba como resultado a un Yoochun de acompañante.
Desde
aquella noche donde se besaron, las cosas se habían vuelto raras. El pelinegro
se había dado cuenta, de que la presencia de Junsu no podía ser ignorada. No era
la primera vez que se acostaba con mujeres comprometidas o que destruía una
familia sin importarle nada, pero esta vez las cosas eran distintas. Incluso
luego de aquel beso, fue al encuentro con Yoo Hee otra vez, pero no pudo hacer
nada… no podía. Tampoco seguía sintiendo ese cariño por ella como antes, comenzó
a pensar que tal vez era cierto que jamás estuvo enamorado… solo era la
adrenalina de saber que se encontraba con una mujer mayor y a punto de contraer
matrimonio
Yoochun había
decidido hablar con Yoo Hee y terminar con todo esto de una buena vez.
Esa noche se
dirigió a su casa, ignorando el hecho de que pudiera encontrarse con 3ros.
Las
palabras fueron simples: “debemos terminar, tu ya lo tienes todo, y yo a tu
lado, no tengo nada… soy un simple estudiante que te divierte cuando tu esposo
rico sale de viaje, voy a cambiar”.
Para su
sorpresa, la flamante mujer se negó en lo absoluto, llenándose la boca con
promesas y dichos que jamás iba a cumplir. Nadie lo sabia, pero Yoo Hee era muy
joven… y por dinero había casi vendido su vida. No amaba al padre de Junsu,
tampoco al pelioscuro… pero solo él podía hacerla sentir suficientemente mujer.
Después de todo era joven, y los jóvenes tienen aquella juventud que hace que
todo se vuelva mas divertido.
Con la
mayor impotencia del mundo, se atrevió a decirle que buscaría otro amante, que
nada ya le importaba y que no comprendía porque, desde que empezó a estudiar
cerca de Junsu, su mentalidad había cambiado tanto.
No hacia
falta responder… después de todo, ellos ya no eran nada.
Y el Joven
se retiro con la frente en alto de la casa… sentía como su corazón se comprimía,
pero a la vez también como se liberaba… mas aun al encontrarse con Junsu, quien
le sostuvo la mirada firmemente, atemorizado al verlo salir de su hogar.
-
Dime
que no lo has hecho Yoochun… - dijo el pelicastaño cerrando los puños. Y es que
de algún modo, comenzaba a respetarlo luego de aquella promesa, deseaba
enserio, que éste no la rompiera.
-
Hice
lo que tenia que hacer, puedes estar feliz…. – le respondió tranquilamente, sujetándole
la mano, aunque Junsu se negara de inmediato al contacto.
El sabia
que había hecho las cosas bien… irse caminando sin preocupaciones solía ser más
placentero de lo que recordaba. El pelicastaño pudo notar la cruel mirada de
Yoo Hee desde la casa, sin dudas lo que le habían dicho no fue de su agrado.
Trato de ingresar y dirigirse a su cuarto ignorando por completo su situación
familiar… pero como casi todos los días no pudo hacerlo, y menos ahora, con su
madrastra ardiendo en odio.
-
Mocoso,
que le has dicho?
-
Nada…
-
Crees
que soy tonta? Crees que no se que es tu compañero de clases…? Crees que no
note la clase de relación que tienen? – los nervios de la mujer aumentaron
considerablemente, a tal punto, que cuando quiso entrar en razón, una de sus
manos se encontraba sosteniendo agresivamente el brazo de Junsu. Éste se soltó
de inmediato. Mas enojado que nunca.
-
Tan
solo no vuelvas a tocarme! No eres mi madre bien? Eres una mujer trepadora que
quiere quedarse con la fortuna de un miserable viejo como lo es mi padre!
-
Es
eso lo que te molesta… o te molesta que me acueste con Yoochun?
-
De
que demonios estas hablando?
-
Siempre
has sentido algo extraño por él, aun antes de que el se convirtiera en mi
amante… no hay que ser muy inteligente para notarlo…
-
Pues
no eres para nada inteligente, y fallaste… otra vez…
-
Ja,
pobre ingenuo… sabes que… grábate algo – le dijo amenazantemente la jovencita, apuntándolo
con el dedo, faltándole el respeto – Yoochun no va a irse de mi lado… desde
tiempo que trata de hacerlo, pero no lo ha logrado… me ama demasiado como para
no volver a mi…. Soy una mujer rica, intelectual y sobre todo hermosa, nada podría
hacer que se aleje de mí.
-
Que
suerte que tengas tu autoestima por los cielos, porque sinceramente a mis ojos,
tu eres solo una señora mayor que destruye familias….
Decidió Junsu
que esas fueran sus ultimas palabras, antes de dirigirse a su cuarto con una
leve sonrisa, sabiendo que había herido el orgullo femenino de Yoo Hee al
llamarle prácticamente vieja.
Por otro
lado, aquella amenaza lo hizo sentir débil y preocupado, a tal punto de
comenzar a dudar si realmente Yoochun iba a poder cumplir su promesa… y para
finalizar… ¿él estaba realmente enamorado del mayor?
Nunca deseo
tanto que Yoe Hee estuviese equivocada.
Tomo con
las manos su almohada y grito lo mas fuerte posible, sin dudas esto se había
tornado un guerra.
…………………………………………………………………………………………….
Terminaban
de dar recién las primeras evaluaciones, cuando recibieron todos los alumnos de
la clase la invitación para el cumpleaños de Taeyeon, la niña linda del
colegio. Una fiesta… una fiesta… POR DIOS UNA FIESTA, era lo único que podía
rondar por la mente de Yoochun, Junsu. Jaejoong, Yunho y Changmin que estaban
por colapsar en cualquier momento.
El día del
cumpleaños no tardo en llegar… esa misma noche, todos estaban más que nerviosos
y no querían hacer nada de lo que luego pudieran arrepentirse.
Como era de
esperarse todo se descontrolo antes de que pasaran las 12:00
Changmin,
que jamás había tomado una copa en su vida, sin tener la supervisión del rubio,
se encontraba ebrio con una chica, de la cual ya ni siquiera recordaba el
nombre… pero tampoco le importaba.
Jaejoong y
yunho se encontraban bebiendo y bailando juntos. Era más que seguro que esa
escena no iba a repetirse al menos que volvieran a beber. Donde terminaron?
Porque? Como? Eran detalles que en ese momento no importaban.
Pero el
caso de Junsu y Yoochun era muy distinto.
A pesar de
que la relación había mejorado (ahora por lo menos podían saludarse sin
demostrar odio, por lo menos del lado del menor), las cosas seguían siendo
tensas, y mas que nada por aquel beso, que ya no tenia que ver con la infidelidad
del pelinegro.
Y esa
noche, Junsu lo había confirmado… sentía cosas por Yoochun, cosas que lo
estaban volviendo loco. Tan solo verlo caminar con aquella vestimenta tan
propia de él y observarlo bailar junto a alguna chica, hacia que su corazón
latiera a mil por horas.
Como era de
esperarse, el galán consiguió una acompañante esa noche, y rompió sin darse
cuenta, el corazón del menor, que poco a poco iba admitiendo a los golpes lo
que sentia.
Prefirió
retirarse del cumpleaños, antes de tener que pasar por un papelón. Ya que su
amigo changmin se encontraba ebrio y su amigo Jaejoong estaba desaparecido, no
tubo mas opción que retirarse solo. El pelinegro no había bebido, por lo que no
dudo ni un momento en ir a ver a Junsu, o por lo menos saber que era lo que le
pasaba.
Pudo
alcanzarlo ya en el parque del salón, que debido al frio se encontraba bastante
vacio.
Se miraron
sin saber que decir… Junsu busco los brazos de Yoochun para protegerse de aquel
viento que los estaba congelando. ¿Por qué hizo eso? ¿Por qué el pelinegro no
dudo ni un momento en contenerlo? Era casi un enigma.
Ni mucho
menos las palabras que el menor soltó con algo de prisa y temor, pero que pudo
expresar al fin… - te quiero, no vuelvas a besar a una chica delante mió – para
luego largarse a llorar y ser, nuevamente recibido, por los labios de Yoochun…
Otra vez…
Otra vez
ignorar todo a su alrededor, sumándole el hecho de que nada iba a detenerlos,
porque se necesitaban. Aunque al principio fueran las causas de sus propios
malestares.
Fue uno de
esos besos que son difíciles de olvidar, que se tornan calientes y ricos a
pesar del frio y la molestia que ocasionaba el viento. Yoochun podía hacer lo
que quisiera con Junsu en ese momento, ya que éste se encontraba resignado ante
sus propios pensamientos, tal vez producto del alcohol.
Se quedo
dormido en el hombro del pelinegro luego de uno más de esos largos besos que
compartieron. Lo llevo adentro del salón, para que ya no sufriera frio, e
incluso lo acerco a su casa, ignorando el que podría encontrarse con Yoo Hee,
que bastante peligrosa y molesta resultaba ser con los 50 mensajes que le
enviaba por día.
Tubo que
saludarla y discutir con ella a pesar de que eran las 2 de la mañana… incluso empujarla,
debido a que había intentado besarlo en reiteradas ocasiones.
Yoo hee le había
logrado quitar el celular a Yoochun, eso definitivamente no a ser iba nada
bueno.
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- Te
sientes bien Junsu? – cuestiono Changmin mas que
preocupado, en aquella cafetería donde solían
superar aquellas molestas resacas.
-
Estoy
bien… solo que… pensar en que Yoochun y
yo nos besamos de vuelta, y que yo estaba ebrio, que me quede dormido y que tubo
que llevarme a mi casa… me hace sentir inquieto…
-
No
te hagas mas problemas Junsu, lo importante es que estas bien si? Por suerte
estabas junto a él y solo te llevo sin vueltas a un lugar seguro. Todo podría
haber salido peor si te quedabas ebrio en la fiesta.
-
Tienes
razón Minnie. Y… Jaejoong?
Apareció el
rubio por la puerta, con una mirada paranoica que dejaba al descubierto que
algo no andaba bien. ¿Acaso aun no había superado la resaca?
-
Jaejoong,
te sientes bien?
-
Vas
a preguntarle lo mismo a todos Changmin? – dijo riéndose a penas el
pelicastaño.
-
Oye,
mira su rostro… esta…
-
Junsu,
Changmin…
-
Si?
-
Creo
que… me acosté con Yunho anoche, pero estaba tan ebrio que no puedo recordar
nada…
-
¿Qué?
– Se escucho el coro de ambos chicos, que se quedaron sorprendidos ante tal confesión.
Les daba risa, pero a la vez se sintieron un poco extraños ya que… Jaejoong no
era gay… y yunho menos. Junsu respiro profundo y por un momento, creyó sentirse
un poco mejor que antes. Después de todo, no era el único que andaba a los
besos con su amigo.
-
No
se que decir…
-
De
donde vienes? – preguntó primero el pelicastaño.
-
De
su casa…
-
Ja,
entonces que duda te queda Jae? Te duele algo? O mejor dicho… que no te duele?
-
Ya
basta Changmin, no es gracioso… estaba ebrio y…. arshhh, no vas a entenderme,
ni yo me entiendo…
-
Pues,
mejor que empieces a entenderte porque Yunho esta entrando a la cafetería…
-
Demonios…
- el rubio se tapó la cara avergonzado, notando la sonrisa llena de maldad del
morocho y como Junsu comenzaba a buscar a Yoochun detrás del moreno. Para su
suerte, fue el mismo Yunho el que se acercó y se dirigió directamente a él respondiéndole
la pregunta.
-
Hola…
-
Hola
Yunho…
-
Emmm…
hola? – dijo el Changmin de mala gana, después de todo, a él nunca le había caído
bien el moreno. Jaejoong solo se quedo en silencio, sin saludar, se mordió el
labio inferior y continuó con la mente en blanco.
-
Yoochun
está afuera Junsu.
-
Ah!
– gritó emocionado, pero el morocho lo destruyó con la mirada… debía actuar con
menos efusividad o iban a tomarlo como un tonto – de acuerdo, gracias por el
dato…
-
De
nada… ven conmigo Jae – el más alto sujeto al rubio por el brazo, casi obligándole
a levantarse y lo beso tiernamente en los labios. – tomemos algo.
-
De…
de… acuerdo. – respondió totalmente embobado Jaejoong, que saludo a los otros
chicos antes de irse.
Changmin
bufó molesto y solo continuó bebiendo su café, mientras observaba a Junsu que
se encontraba perdido en sus pensamientos.
-
Eu,
Junsu, ve a buscar a Yoochun, se te nota demasiado que quieres hacerlo…
-
No
es así…
-
Si,
es así, y no te comportes tan adolescentemente como Jaejoong ¿vale?
-
Jaja,
no seas cruel con él, esta medio…
-
Esta
perdido Junsu, perdido.
-
Ay
Changmin, mejor ve a charlar con tu nuevo amigo… - intento guiñarle un ojo pero
no pudo, ya que jamás supo como se hacía – Solo… ignórame... Adiós ~
No quería
admitirlo, pero se moría de ganas de ver a Yoochun. Lo había pensado mucho, y
tal vez, ya era momento de preguntarle que estaban haciendo. Si eran enemigos
realmente, no tenían porque hablarse y si eran amigos, no tenían porque
besarse.
Algo estaba
claro, ellos seguían hablándose y jugando como si nada pasara. Las preguntas,
siempre venían luego.
Salio a la
calle a buscarlo y grande fue su sorpresa al notar que Yoochun se encontraba
hablando con Yoe Hee a lo lejos.
La sangre
le hirvió de repente, aunque no estuviera tocándola ni nada de eso, pero el
sabía perfectamente que las intenciones de la mujer no eran para nada buenas.
Eso sin
duda lo hizo caer en la realidad de nuevo.
Estaba muy
enojado, tanto, que decidió irse sin sin siquiera hablarle. No quería escuchar
explicaciones, no ahora que sabia no podría entenderlas.
Junsu llegó
a su casa en menos de media hora, y se encontraba sentado en el sofá, esperando
a que Yoe Hee llegue. Si no llegaba, el iba a sacar sus propias conclusiones y
Yoochun seria coronado como la peor persona que piso el planeta tierra. Por lo
menos para el pelicastaño.
Su teléfono
sonó 2 veces. Era el mayor. Se moría de ganas de atenderlo y simplemente
decirle: “reunámoslos a tomar un café” o “salgamos a comer y solo explícame por
que estabas con ella”. Pero él tenía mucho orgullo encima y no pensaba herirlo.
Pasaron 15
minutos más y ya se encontraba al borde de un colapso de celos.
Colapso de
celos: un ataque que solo Kim Junsu era digno de tener.
Llego un
mensaje. Y sí, era de Yoochun.
“Junsu, no
me respondes el teléfono… ah pasado algo? Changmin me dijo que saliste a
buscarme pero no te eh visto”
Se quedo
mirando la pantalla por 30 segundos, hasta que notó que le había llego otro.
“Realmente
estas enojado por algo no? Ojala Yoe Hee no tenga nada que ver con esto… quería
que habláramos, sobre lo que paso anoche… quería salir a tomar algo contigo.
Por favor, llámame en cuanto tengas un momento libre”
-
Idiota.
-
Quien
es idiota hijo? – Yoe Hee ingreso a la casa en ese instante, tirando las llaves
sobre el sillón y colocando su cartera sobre la mesa.
-
Nadie
mamá… - respondió irónicamente dedicándole una fría sonrisa, la cual la
muchacha tomó como un desafió.
-
Te
mandas mensajes con tu novio?
-
No.
-
Porque
si es así, también se ah estado mandando mensajes conmigo.
-
No
me interesa…
-
Si
te interesa Junsu - ah, mensajes…. De
amor.
-
Pues
no te creo. – fue lo único que se animó a responderle, después de todo, le
quedaba creer en la promesa de Yoochun. Esta vez juntaría toda la voluntad del
mundo y pondría sus manos en el fuego por él.
-
No
me crees…
-
Por
supuesto que no, eres una serpiente, vives de mentiras. De ese modo has logrado
vivir aquí…
-
¿Quién
te crees que eres jovencito? Lo primera decisión que tomaré, será mandarte a ti
a un país bien alejado donde no tengas tiempo de molestar! – se paro frente a
él, intimidándolo, obligándole casi por reflejo, a levantarse, ya que con esos
tacones se veía muy alta. – no te gastes en responderme hijo, solo mira.
La muchacha
tiró su propio celular sobre el sofá, donde, minutos atrás, el se encontraba
sentado. Se retiro triunfante, marcando su territorio como siempre.
Si hubiese
sido un hombre, Junsu probablemente la hubiese golpeado.
No quería
revisar su casilla de mensajes, pero la curiosidad lo estaba volviendo loco.
Tal vez la solución
más rápida, hubiese sido, llamar a Yoochun en ese momento. Pero no, el tenía la
necesidad de leer las notas primero.
Reviso la
agenda de Yoe Hee, se aseguro de que los números de Yoochun que ambos tuvieran
agendados fuesen los mismos. Y así fue.
Se dirigió
de inmediato a la casilla de entrada y se sintió sumamente traicionado al ver
una larga fila ocupada por el nombre: Yoochun, Yoochun, Yoochun y mas Yoochun.
“Yoe Hee,
estoy arrepentido de haberte tratado así, olvidemos lo que paso y reunámonos
algún día de estos”; “no importa quienes estén en el medio, estoy dispuesto a
esperar, porque te amo”; “respóndeme por favor, jamás debí haber pensado en
dejarte, enserio eres la mujer de mi vida”
Yoochun le
había mentido.
Todo esto
le permitía darse cuenta de muchas cosas a parte de la mentira.
¿Por qué le
dolió tanto? Simplemente porque él había empezado a quererlo. Porque para él,
fueron muy importantes aquellos besos y salidas que compartieron. Porque él,
era el único hombre que lo había visto, aparte de Jaejoong, llorar.
Porque él,
lastimosamente, creía que se había enamorado.
… del
amante de su Madrastra.
Y lloró.
Lloro aunque no quería hacerlo, aunque moría de ganas de arrancarse el corazón,
porque eso era más fácil.
Le dolía
cada recuerdo que tenia al lado del pelinegro… le dolía saber, que aquellos
besos que le hicieron feliz, probablemente hace 2 horas, se los habían
entregado a aquella víbora que tenia como madrastra.
Y que tal
vez… seguiría dándoselos a ella por mucho tiempo mas, ya que el no estaba
dispuesto a dejarla.
Entre
lagrimas e intentando parecer calmado, llamo a Jaejoong, pidiéndole un espacio
en su casa. El rubio se ofreció a ir a buscarlo, ya que sabía que Junsu, en el
estado en el cual se encontraba, no iba a poder conducir.
El
pelicastaño lloro como jamás lo había echo esa noche, pero se había hecho una
promesa: olvidar a Yoochun e ignorar a Yoe Hee cueste lo que cueste.
ayyyyyyyyyyyyy!!!! T___T está bonito, la madrastra de JS es una agsxgsyavduhbvuds la odio >< ya quiero ver cimo hace YC para recuperar la confianza de JS ^^
ResponderEliminarPrimero de todo quiero felicitarte ya que descubrí por casualidad tu blog y me llama la atención este twoshot.... la comencé a leer y me encanto la trama... y además estoy contenta también que seas argentina, ya que no muchas escritoras argentinas me gusta como escriben, también me sorprendió que siendo de 16 años seas tan buena escribiendo este tipo de historias que a mi tanto me gustan. no es el primer oneshot que leí tuyo, ya que descubrí que 15 DE DICIEMBRE lo es también y la verdad fascinooo mucho, debo de decirte que mi pareja preferida de los Chicos de DBSK/JYJ es el YooSu los amo y me encanta leer de ellos, los segundo es el YunJae, y bueno Changmin me acostumbre que su pareja oficial sea Minho, aunque e leído que lo enamoraron de otros chicos japoneses como Hayami o algo a si... bueno espero que sigas escribiendo o te animes a hacer un serial... saludos
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